¿Que es trabajo en equipo?

Trabajo en equipo

Ya sea para realizar una tarea de la escuela o para producir una película se debe a trabajo en equipo

para crear un juego de video o emprender un proyecto que transforme el mundo:

necesitamos hacerlo en equipo. Pero a veces preferimos que podemos hacer las cosas solos:

en equipo no faltan los conflictos, los problemas de organización y, claro,

quien le deja todo el trabajo a los demás. ¿Se puede trabajar en equipo sin sucumbir en el intento? Aunque no lo creas, hay expertos que han estudiado estas dinámicas y hoy nos comparten…

El secreto del trabajo en equipo exitoso

¿Vale la pena trabajar en equipo?

Es bien sabido que no hay dos personas que estén de acuerdo en todo. En este grupo de vecinos una persona es budista, otro es ateo, dos son católicos y uno protestante. Tres de ellas apoyan a un partido político y los otros dos a la oposición. A esta persona no le gusta el fútbol y los cuatro restantes les van a equipos diferentes.

Y este pobre hombre piensa que la tierra es plana. Pero los cinco están de acuerdo en que su barrio es bastante peligroso.

y creen que debería ser un lugar más seguro: en eso están de acuerdo y, trabajando en equipo, es mucho más probable que alcancen su propósito.

Un equipo es un grupo de personas de individuos interdependientes que colaboran para lograr un objetivo común. Entonces el trabajo en equipo es esencialmente un esfuerzo colaborativo: no se trata de que, como en ciertos trabajos escolares, cada quién haga un pedazo del trabajo para después juntarlo: es necesario que haya comunicación y coordinación ¡pero nos estamos adelantando! Conviene saber primero cómo armar un buen equipo.

Un equipo puede tener desde dos hasta cientos de personas y se forma cuando se juntan para alcanzar una meta en común. A veces los equipos se consolidan en torno a un líder: alguien que tuvo una idea y requiere de los demás para realizarla. Otras veces el equipo se forma al reconocer que varios queremos lograr el mismo propósito y vemos que uniéndonos tenemos más posibilidades de lograrlo.

Según el investigador Bruce Tuckman, es inevitable que un trabajo en equipo pase por estas cuatro etapas al formar un equipo:

Formación: Es cuando los integrantes apenas están conociendo los objetivos y tareas y reconociendo tanto las oportunidades como los retos que se pueden presentar.

Además, quienes participan también se empiezan a conocer entre sí y tratan de evaluar lo que cada quién puede aportar. Para pasar a la siguiente fase es necesario empezar a discutir cuestiones que puede que no sean muy cómodas y arriesgarse a que exista el conflicto.

Tormenta: En esta etapa se emiten opiniones y empiezan los conflictos cuando se tratan de decidir las funciones de cada quién, sobre todo si estas implican diferencias de poder o estatus.

Para algunos esta etapa es emocionante y para otros puede causar mucha ansiedad. Muchos  de los equipos nunca pueden salir de esta etapa la cual le causa dificultades. Por eso es importante definir desde este momento cómo se manejarán las diferencias y hacer énfasis en la tolerancia a la diversidad de puntos de vista eso hará más fuerte al equipo.

Normación: Resolver conflictos fortalece la cohesión grupal. En esta etapa, las personas son capaces de tolerar las peculiaridades de los demás. Cada quien conoce sus responsabilidades y tiene motivación para alcanzar las metas. El único peligro aquí es que las y los miembros del equipo se enfoquen tanto en prevenir el conflicto que no se atrevan a proponer ideas controversiales.

Ejecución: En esta etapa cada quién desempeña sus tareas de manera interdependiente. Las opiniones diferentes son bienvenidas. Tuckman dice que, cuando los roles y acuerdos de convivencia están bien definidos, los equipos con frecuencia logran niveles de éxito sorprendentemente altos. Es normal que, si ocurren cambios internos o externos, el equipo tenga que volver a la etapa de “tormenta”. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, en todo momento están ocurriendo otros procesos.

Por ejemplo: procesos de acción, en los que se ejecutan las tareas, se comunican dudas, y se monitorean resultados; procesos de transición, en los que se evalúa el desempeño, se establecen o se ajustan los objetivos y, muy importante, procesos interpersonales, en los que es necesario cultivar la motivación, resolver conflictos y gestionar el aspecto afectivo: es esencial que cada persona se sienta apoyada por su equipo y animada por las demás persona a la hora de forma un equipo.

Los más sociables conocieron y platicaron con los demás habitantes del vecindario acerca de la importancia de tener una comunidad más segura. Los otros investigaron acerca de cómo podrían mejorar la seguridad y qué trámites se requerían para solicitar el apoyo del municipio. Todos hicieron una reunión con los demás vecinos en un parque cercano para dialogar, generar y compartir ideas y tomar acciones.

Aunque trabajar en equipo tiene ventajas

Una ventaja es que la resolución de problemas es más eficiente cuando se tomen en cuenta muchos puntos de vista, como lo propone la metodología “Seis sombreros para pensar” de Edward de Bono, siempre y cuando no se caiga en el riesgo del “pensamiento grupal”, en el que, para evitarse problemas, todos opinan lo que creen que van a opinar los demás.

Otra ventaja es que la competencia saludable puede motivar a cada quién a dar lo mejor de sí… eso si, no se cae en el riesgo del individualismo, donde el deseo de sobresalir impide la colaboración y lleva a conflictos interpersonales. A nivel psicológico y social, el trabajo en equipo tiene la ventaja de promover las relaciones y la comunidad; Pero existe el riesgo de asignarle a varias personas un trabajo que bien podría ser individual, lo que promoverá la discordia.

¿Qué podemos hacer para que nuestro trabajo en equipo sea lo más eficaz, eficiente y gratificante posible?

El psicólogo social Richard Hackman nos ofrece cuatro secretos de los equipos exitosos: Un equipo exitoso promueve la comunicación, lo más abierta y franca posible. Desde las primeras etapas la comunicación es importante para definir el propósito del equipo.

Saber que tenemos una meta en común aumenta el compromiso de cada quién. En las siguientes etapas la comunicación debe continuar siendo clara y permanente, para dar a conocer avances y dificultades y compartir conocimientos.

Una buena comunicación evita confusiones y resuelve conflictos Para mejorar la comunicación en tu equipo pregúntate

¿los canales que usamos son los más eficientes? ¿estamos entendiendo lo mismo, usamos el mismo lenguaje?

¿Los mensajes que enviamos contribuyen al propósito común o nos distraen de él?

La coordinación es esencial para un equipo exitoso: que todas las tareas tengan un responsable y que todos los miembros del equipo tengan tareas, y que las cargas de trabajo estén distribuidas de la manera más justa posible. También es importante tener fechas límite claras para cada tarea y que los tiempos para realizarlas sean suficientes.

Existen herramientas para coordinar equipos y sus cargas de trabajo usando diagramas de gantt y calendarios. Si tu equipo necesita mejor coordinación, posiblemente te será útil una de estas herramientas.

Los equipos exitosos cultivan la cooperación por encima de la competencia. No es que la competencia sana sea nociva, pero los estudios han mostrado que los equipos obtienen mejores resultados cuando sus participantes se apoyan entre sí, ofreciendo ayuda en las tareas y compartiendo su conocimiento.

Los equipos que cooperan también logran mayor cohesión grupal:

son más duraderos y con el tiempo Reconocer la interdependencia conduce a mayor cooperación y mejores probabilidades de éxito: darnos cuenta de que los demás necesitan de nuestro aporte para hacer sus tareas y que nosotros requerimos de su trabajo para realizar el nuestro.

Por eso son importantes la responsabilidad y la rendición de cuentas:

hacernos cargo de lo que nos toca y tener disposición para informar qué logramos y qué no, así como la libertad de preguntar lo mismo a los demás.

 

 

 

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